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Sinopsis:
El juego entre los distintos personajes que aparecen en este relato está salpicado de situaciones que muchos de los que han intentado entrar en el mundo de la farándula podrán reconocer.
Por supuesto, todos ellos son imaginarios, aunque alguien pueda encontrar parecido con conocidos, amigos y aspirantes a artistas, que nunca faltan, gracias a Dios. Si alguna vez te has subido a un escenario, has actuado como figurante, incluso como secundario o actor de reparto en alguna ocasión, encontrarás situaciones conocidas y familiares que te harán recordar tus mejores deseos de triunfo y gloria. Pero no te conformes, porque la historia sigue y tú con ella.
Adelante y disfruta, una vez más, del mejor aspecto del mundillo.
Tamaño: 170 x 240 mm
Páginas: 260
Encuadernación: Rústica fresada con solapas
Biografía del autor:
La experiencia adquirida a través de los años vividos me ha enseñado que tengo la necesidad y quizá la obligación, de exponer mis vivencias sobre todo para sentirme agradecido por la vida que me ha tocado.
Nací en 1946, en un pequeño pueblo extremeño: Alburquerque. Allí pasé mis primeros días en contacto permanente con mi familia y la naturaleza que me rodeaba. Después llegué a Madrid donde empecé la escuela. Aprendí a leer y a escribir gracias al cariño y la persuasión de “mi señorita”, tan joven y trabajadora, que no cejó en su empeño hasta que lo conseguí. Era la entrañable señorita Blanca, a la que debo la base, los cimientos y los pilares de lo que soy. Aprendí muchas otras cosas con los “chicos de la calle”, que no eran otros que mis vecinos. Mi formación se amplió en un colegio religioso. Concretamente en el de los Salesianos de Atocha.
Disfruté de las más diversas disciplinas. Algunas relacionadas con la salud, la enfermedad y sus consecuencias. En ese momento creció en mí el afán por la lectura y por mis manos pasaron toda una variedad de géneros, desde la novela de aventuras hasta diversos tratados de psicología y neurología.
Siempre he creído que el escritor debe ser honesto consigo mismo. No traicionarse con ideas volubles y fantasías que él mismo alimente. Más bien, devolver a la sociedad en forma de relatos su propia vida. Aunque duela.