Sinopsis del Libro:
¿Alguna vez has estado en el paseo marítimo donde veraneas de noche, a la luz de las farolas, cuando ya no había nadie?
¿Has caminado por delante de ese banco vacío del parque donde solíais quedar todos cada tarde?
¿Conoces las sensaciones de estar en el lugar de la fiesta cuando ya la gente se ha ido?
Momentos tan intensos vividos, pupilas grabadas para siempre en las tuyas, conversaciones que no se llevó el viento porque anidaron en tu corazón, risas con amigos de instantes inolvidables… y, ahora, esa atmósfera extraña, esta inquietante melodía que te hace dudar de dónde quedó todo aquello, de qué significó para otros y quién eres tú en ese lugar.
Eso que todos conocemos pero que no sabemos nombrar es Kenopsia.
Itzíar De Llanos, «Kenopsia para los amigos», pone palabra al universo de emociones indecible, hace versos-estrella de lo cotidiano, escribe constelaciones de poesías que transmiten, con sensibilidad y bravura cómo se transforma una adolescente perdida en una mujer-loba.
Tamaño: 130 x 200 mm
Páginas: 106
Encuadernación: Rústica
La autora:
Nací en Madrid bajo la mirada de la luna el 7 de julio de 1999. Nunca he sabido bailar, pero mis pies siempre caminan de puntillas intentando jugar con el ballet. Hablo, según mi expediente, dos idiomas: inglés y francés; pero, según yo, hablo el idioma de las heridas descosidas. He cursado una vida de naufragios y guerras y contra todo pronóstico sigo viva; bueno, respiro. Estudio literatura porque creo que en ella es donde Pandora dejó encerrada la esperanza y necesito creer que más allá de toda esta realidad la humanidad tiene remedio.
No me busques en ciudades, búscame en ti, en la imaginación, es mi lugar favorito, allí me paso las horas viendo llover a un par de musas que tocan un piano en una nube. Compongo canciones al silencio y estoy enferma, soy empáticamente anormal. No te equivoques, yo no escribo poesía, yo me desangro y me coso los versos con venas de arena fina para que la mar me lleve. No soy fácil, pero, bueno, inténtame, te advierto que es peligroso, conocerme digo.
Las malas lenguas comentan que nadie sale ileso; si te cuento un secreto, nadie sale. No cumplo las normas de seguridad necesarias para una trinchera, pero qué le voy a hacer; no juego limpio, tengo un pulso lleno de trampas y me divierte verte perdido en mí. Por favor, adelante, ya has leído hasta aquí, no te quedes a medias… juega conmigo, arriésgate y gáname. No seas tímido, no muerdo, escribo. Empiezo yo… jaque mate ¿Cuál es tu siguiente paso? Estoy esperando… bienvenido a mi metáfora.