Don Emilio el relojero

Sinopsis del libro

En nuestros recuerdos siempre quedan restos, rasgos, que resultan muy difíciles de olvidar, aunque estos sean modificados por nuestros criterios personales y nuestra memoria selectiva. Casi siempre los adaptamos a lo que habíamos creído entender de los sucesos en los que nos hemos visto envueltos, pero el fondo permanece trayéndonos a la memoria las circunstancias, deseos y sensaciones que, a veces, a través de nuestro sentido del olfato, nos retrotraen a aquella época.

El recuerdo de esta estará enriquecido por la época en la que fuimos protagonistas de ella. Para algunos, será una edad de lucha por la subsistencia. Para otros, de ilusiones por tratar de conseguir un sueldo, un puesto de trabajo o tal vez, el reconocimiento social en un lugar sobresaliente y privilegiado. Pero todo eso carece de importancia cuando lo miramos después de algunos años, quizá en el final de nuestra vida, y es entonces cuando sonreímos pensando en lo ilusionados que nos sentíamos al enfrentarnos a todo aquello.

Tamaño 17x24 Juan Méndez Aspano Encuadernación rústica fresada Páginas 378

El autor

Juan Méndez Aspano. La época en que se desarrolla el presente relato pertenece de una manera entrañable a un momento de lucha individual en la que el autor intentará consolidar su propia personalidad, su situación dentro de la sociedad que le ha tocado vivir, por lo que será preciso mantener toda una serie de relaciones que le permitirán el mejor conocimiento de las personas que le han de ayudar a conseguirlo. Y en la mayoría de los casos, dichas personas se convertirán en sinceras amistades, porque él mismo no dudará en ofrecerse a ellos con total sinceridad y desinterés.

De ahí que pueda hablar de todos ellos por el profundo conocimiento que consigue gracias a la fuerte amistad que se consolidará por su trato. Son los años de la década de los sesenta y con apenas veinte años, la aventura, el intento de penetrar en la colectividad laboral y de relaciones será el punto más importante para lograr su objetivo.

Pero, aunque consigue pequeños logros en su intento, pronto se da cuenta de que la lucha no terminará, porque ésta será permanente y sospecha, después de madurar durante años, que la lucha no terminará hasta el último día de su existencia. Y convencido de esto, seguirá describiendo sus experiencias personales a través de relatos costumbristas de cuya valoración personal quiere hacer partícipes a sus lectores. Sabiendo, que en la mayoría de los casos, también se han visto envueltos en luchas similares.

Por todo ello, amigo lector no dudes en ningún momento en hacernos partícipes de tus historias personales, de tus vivencias más entrañables, porque todos somos capaces de comprenderlas